miércoles, 17 de diciembre de 2008

Sí a la Refinería en Extremadura

La energía es una propiedad asociada a los objetos, sustancias y seres vivos y se manifiesta en las transformaciones que ocurren en la naturaleza y en las actividades realizadas por el hombre. Al mirar a nuestro alrededor se observa que las plantas crecen, los animales y los seres humanos se trasladan y que las máquinas y herramientas realizan las más variadas tareas. Todas estas actividades tienen en común que precisan del concurso de la energía.

Podemos distinguir dos tipos de energías fundamentalmente: las convencionales y las alternativas. Un análisis de la situación muestra que ambas fuentes de energía son necesarias y que, en la actualidad, más bien son energías que se complementan, en contraposición a la polémica que plantea que son excluyentes.

El desarrollo de las energías renovables surge de la necesidad de contar con fuentes alternas de energía que puedan contribuir a satisfacer la creciente demanda de la sociedad. Este incremento en el consumo de energía se aprecia particularmente en los llamados países o economías emergentes, donde las tasas de crecimiento en la demanda son mayores que la de las economías desarrolladas. Esta situación, unida a la necesidad de enfrentar el reto del cambio climático, ha generado la urgencia de buscar fuentes alternas que garanticen su permanencia en el tiempo, con un menor impacto sobre el ambiente.

Sin embargo, el petróleo, junto con las otras energías convencionales como el carbón y el gas natural constituyen, hoy en día, las fuentes principales de energía del mundo moderno.
Las energías renovables están participando en una escala muy pequeña en el sector de la energía, y particularmente en el sector del transporte son prácticamente ausentes. Este sector constituye aproximadamente un tercio del uso de la energía y dentro de él la automoción depende casi exclusivamente de los combustibles petrolíferos. La tendencia es que esta dependencia continuará en el futuro debido a la imposibilidad de su reemplazo a corto o mediano plazo.
Esto significa que la sociedad seguirá dependiendo del petróleo y de sus derivados y que, de ninguna manera, las energías renovables podrán sustituir o desplazar a los combustibles petrolíferos.

Existe petróleo para las próximas generaciones pero se requiere del concurso de los Gobiernos, las empresas productoras y los consumidores para que la obtención, el procesamiento y el consumo se realice de manera eficiente, fiable y medioambientalmente aceptable.

Las energías alternativas o renovables, excluyendo la hidráulica cuya utilización está ampliamente extendida, han tenido una tímida utilización hasta el presente.
La incorporación de estas fuentes de energía ha sido lenta por la falta de madurez de las tecnologías y por lo costosa de las mismas, lo que limita su viabilidad económica.
El desarrollo de las energías renovables ha sido posible gracias al interés de algunos gobiernos e instituciones científicas y tecnológicas que han incorporado recursos y centrado esfuerzos en la materialización de una tecnología aplicable a escala comercial. También a que se han concedido incentivos fiscales y económicos para asegurar la rentabilidad de las inversiones en este tipo de proyectos.

En España y en particular en Extremadura, el potencial de las energías renovables se centra en la energía solar y la eólica.
El uso de las energías solar y eólica se ha focalizado fundamentalmente en el sector de la generación de electricidad y en menor escala en el uso residencial para calentamiento del agua sanitaria. Su utilización en otros sectores está limitado por las características de dicha energía, esto es, su baja densidad energética.

En el sector transporte se han desarrollado en las últimas dos décadas los llamados biocombustibles, esto es, carburantes obtenidos de materia orgánica. Se trata de alcoholes y ésteres provenientes de la fermentación de almidones y azúcares y de aceites vegetales procesados (transesterificación de ácidos grasos).Estos combustibles a pesar de producir la misma contaminación que los combustibles petrolíferos, se les considera renovables por provenir de una fuente natural.
Hoy en día la legislación obliga a la incorporación de los biocombustibles en los carburantes de automoción con el fin de reemplazar parcialmente los hidrocarburos. No obstante, los biocombustibles no están libres de problemas de contaminación al momento de su combustión, a lo cual se suma la polémica técnica que ha surgido alrededor de las políticas que fomentan su uso. Por un lado, existe la duda sobre el balance global de emisiones de gases de efecto invernadero alrededor de la manufactura de los biocombustibles en cuanto a que pudiera resultar en mayores emisiones que las que efectivamente pretenden reducir, y por otro lado, el impacto que han tenido los incentivos gubernamentales para la producción de biocombustibles sobre la agricultura, el suministro de alimentos y la tala de bosques.

En conclusión:
-Dada la demanda creciente de energía en el mundo, se deben realizar las inversiones necesarias en todas las fuentes de energía (convencionales y alternativas) para poder satisfacer esa demanda.

-Aunque disponemos de suficientes reservas de petróleo, gas y carbón, el reto consiste en poner a producir esas reservas a tiempo, salvando las restricciones tanto técnicas, económicas, como geopolíticas que hoy en día existen.
Igualmente, se debe continuar con el desarrollo e implantación de energías renovables para contar con fuentes alternas de energía con vista al futuro.

-La problemática surgida con el cambio climático, dada su complejidad, deberá ser objeto de políticas que aborden el tema desde varios puntos de vista. Por un lado, el establecimiento de acuerdos para la reducción de las emisiones de CO2, tales como el de Kyoto y los establecidos por la Unión Europea (50% Reducción de emisiones de CO2 para 2050), y por el otro, la adopción de esfuerzos en la utilización de la energía en la forma más eficiente y la incorporación de medidas de ahorro de energía, así como la diversificación de las fuentes.

Las energías renovables son fuentes alternas y complementarias de los combustibles fósiles o convencionales y, en ningún caso, son opciones de energía excluyentes. Se requerirá la explotación y utilización eficiente y respetuosa con el medio ambiente de ambos tipos de energía para poder satisfacer las necesidades energéticas futuras de la sociedad.

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